martes, 3 de julio de 2012

LISBOAN GRAFFITI




Intensa ciudad Lisboa. Ahí permanece, en una esquina de Europa, anónima, sin hacer mucho ruido, sin molestar a nadie, con su aire melancólico y degradado, mirando al oceáno, escondiendo un bullicio interno oculto y dificil de descubrir. Se esconde tras un manto decadente que protege su verdadera personalidad y que aunque está al alcance de todos, sólo muestra a aquellos que realmente son capaces de sintonizar con su ritmo. Conocer la verdadera Lisboa tiene algo de acto de FE, de creer en lo que no se ve, de dar sin esperar recibir y de confiar en que te tratará bien.

Nos deja pistas para los que queremos creer, una pequeña puerta de diferente color, una ventana entreabierta, unas escaleras destartaladas, un número en un tranvía, una pared alicatada...su riqueza no queda a la vista, sino que exige una mirada de mayor intensidad que permita descubrir su verdadero código.

Las pistas están por todas partes, también en sus expresiones callejeras. En ellas se recogen muchas cosas que demuestran su gran riqueza, su variedad étnica como ciudad madre de colonias africanas, la todavía existente sensación de libertad y lucha contra la cultura del control y el miedo, temas de actualidad como la crisis económica o de valores, los monstruos interiores: miedos, obsesiones....aquí sigue una pequeña muestra de lo que expresan las calles de Lisboa